Los conflictos son situaciones en las que dos o más personas entran en oposición o desacuerdo, porque sus posiciones, valores, intereses, aspiraciones, deseos o necesidades son incompatibles o, al menos, se perciben como tales.
Para entender los conflictos debemos saber que las emociones y sentimientos que se producen en los distintos protagonistas juegan un papel muy importante. La relación entre las partes implicadas en el conflicto puede salir reforzada o deteriorada en función del proceso de su resolución.
Para mejorar la convivencia en el aula debemos tener en cuenta que son varios los ámbitos implicados distribuidos en distintas categorías.
La primera incluye el centro, el profesorado y el propio alumnado, en segundo lugar las familias y la administración, en tercer lugar el entorno y la propia sociedad.
Las actuaciones que desde cada uno de estos ámbitos se pueden llevar a cabo son: desde el centro y desde el profesorado realizar entrevistas, asambleas y mediar con los alumnos y alumnas, además de distribuir al alumnado evitando posibles conflictos que se pudieran dar entre determinados grupos de alumnos y alumnas. Con los alumnos y alumnas trabajar la figura del alumnado ayudante y mediador, realizar entrevistas y asambleas y en casos extremos colaboración y coordinación con la fiscalía de menores. Desde las familias tener entrevistas con los tutores y orientadores del centro para hacer un seguimiento de los acuerdos tomados y tener una información continua sobre la situación y sobre las actuaciones llevadas a cabo con sus hijos e hijas, entrevistas con los tutores y orientadores del Centro y seguimiento de los acuerdos tomados.
Los problemas o conflictos con los que nos encontramos son muy variados y pueden deberse principalmente a varias actuaciones:
-Problemas derivados de la disrupción. La disrupción es un conjunto de conductas inapropiadas que impide y retarda el proceso de enseñanza-aprendizaje. Se interpreta como la falta de disciplina derivando en un mayor índice de fracaso escolar individualmente y grupalmente creándose a su vez malas relaciones interpersonales. Podemos decir por tanto, que representa un problema académico que deriva, entre otros casos, en conflictos entre los propios alumnos y alumnas. Los conflictos pueden ser también expectativas frustradas, insatisfechas y desacuerdos entre lo ideal y lo real.
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